viernes, 10 de junio de 2016

El poder de las afirmaciones.

Las afirmaciones dan resultado.


Ahora que sabemos un poco más acerca de lo poderosos que son nuestros pensamientos y palabras, es preciso que reeduquemos nuestra forma de pensar y de hablar, con la práctica de pautas positivas. De esta forma lograremos resultados beneficiosos. ¿Estás dispuesto a cambiar tu diálogo interno y a convertirlo en afirmaciones positivas? Recuerda que cada que tienes un pensamiento y cada vez que
dices una palabra, estás haciendo una afirmación.
Una afirmación es un punto de partida. Nos abre el camino hacia el cambio. En el fondo es decirle al subconsciente: «Yo asumo la responsabilidad. Sé que hay algo que puedo hacer para cambiar». Cuando hablo de «hacer afirmaciones» me refiero al hecho de elegir frases o palabras que contribuyan a eliminar algo de nuestra vida o a
crear algo nuevo, y esto ha de hacerse de forma positiva. Si dices: «No quiero volver a enfermar», el subconsciente retiene el concepto en el que has puesto el énfasis, es decir, «enfermar». Es preciso decirle claramente lo que uno quiere:
«Me siento fabulosamente bien. Irradio buena salud».
El subconsciente es muy directo y honrado. No tiene intenciones ocultas ni usa estrategias. Lo que oye es lo que hace. Si dices: «Odio este coche», no te proporcionará un coche nuevo y maravilloso porque no sabrá qué es lo que quieres.
Incluso si compras un coche nuevo probablemente lo vas a odiar muy pronto porque
eso es lo que tú has estado repitiendo constantemente. El subconsciente sólo oye: «Odio este coche». Es necesario enunciar los deseos de forma positiva; por ejemplo:
«Tengo un fabuloso coche nuevo que se adapta a todas mis necesidades».
Cuando hay en mi vida algo que verdaderamente me disgusta, he descubierto que una de las maneras más rápidas de eliminarlo es «bendecirlo con amor». «Te bendigo con amor y te libero, te dejo marchar. » Esto funciona con personas, situaciones, objetos y casas. Incluso se puede probar con algún hábito del que uno desea librarse y ver qué sucede. Conocí a un hombre que cada vez que fumaba un cigarrillo decía:
«Te bendigo con amor y te libero de mi vida». Unos cuantos días después, el deseo de fumar era bastante menor; a las pocas semanas el hábito había desaparecido.

Te mereces el bien
¿Qué es lo que verdaderamente deseas en este momento? ¿Qué anhelas hoy que haya en tu vida? Piénsalo y después di: «Acepto ________________ (lo que sea que desees)». Aquí es donde me parece que la mayoría de la gente se queda estancada.
El problema esencial es la creencia de que no nos merecemos lo que deseamos.
Nuestro poder personal reside en la manera como consideramos nuestro merecimiento. Nuestra falta de merecimiento nos viene de los mensajes que recibimos en la infancia. Vuelvo a repetir, no pensemos que apodemos cambiar debido a estos mensajes. Con frecuencia se me acercan personas y me dicen: «Louise, las afirmaciones no dan resultado». En realidad no es que las afirmaciones no den resultado, sino que no nos creemos merecedores del bien.
La manera de descubrir si crees que te mereces algo que es hagas una afirmación y te fijes en los pensamientos que surgen al hacerla. Entonces anótalos, porque cuando se ven escritos sobre el papel se vuelven muy claros. Lo único que nos impide sentirnos merecedores, o amarnos, o lo que sea, es la creencia u opinión de otra persona que hemos aceptado como verdad.
Cuando no nos creemos merecedores de un bien, solemos practicar una especie de autosabotaje, lo cual se puede conseguir de diversas maneras: creando una situación
caótica perdiendo cosas, haciéndonos daño o teniendo problemas físicos, como una caída o un accidente. Empecemos a que nos merecemos todo el bien que tiene la vida
para ofrecernos.
Con el fin de reprogramar una creencia falsa o negativa, ¿cuál es el primer pensamiento que necesitaremos para comenzar a crear una nueva creencia, sea la que sea, en nuestra vida? ¿Cuál será el elemento esencial o el cimiento que necesitaremos
para apoyarnos? ¿Cuál será el tipo de pensamiento que necesitaremos para conocernos, creer en nosotros y aceptarnos?
Algunos pensamientos para comenzar podrían ser:
• Soy valioso.
• Soy merecedor.
• Me amo.
• Me doy permiso para realizarme.

Estos conceptos forman el fundamento mismo de las creencias sobre las cuales se puede edificar. Sobre estos cimientos haz tus afirmaciones para crear lo que deseas.

Tomado del libro: El poder está dentro de ti. Louise Hay

Descarga el libro gratuitamente en el siguiente enlace:

http://cdn.hermandadblanca.org/wp-content/uploads/2015/11/hermandadblanca_org_louise_hay_-_el_poder_esta_dentro_de_ti.pdf

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